
"Askatasuna", bueno askatasuna pero para solo ellos, denuncia la colocación de un aparato de rastreo en los bajos del vehículo de uno de sus militantes. Mal, muy mal, no es por justificar, pero los cacharros lapa son conocidos por ambas partes, unos detectan y otros, los peores, explotan, seguimientos se hacen demasiados, que se lo pregunten a los concejales de algunos pueblos.
Como ellos mismos argumentan, las condenas son absurdas y estériles, pues eso, pasamos de este tema del cacharro lapa en los bajos de los coches.
En estos días, hay demasiada gente andando en los bajos de los demás. Por desgracia, tenemos otro elemento tocando los bajos, tenemos la "lapa" mediática de la tertulia de los viernes en la emisora jesuita, los viernes son un desasosiego esperado, el continuo cabreo del "aitona" nos hace santiguarnos.
Pero me dicen algunos militantes mayores, vamos de su edad, que no podían pensar que fuese tan desleal con el partido, pero cada vez lo ven peor, que esta haciendo lo mismo y diciendo lo mismo que el que fuera expulsado en 2001 después de publicar sus opiniones en DEIA.
Repasando el articulo del susodicho alavés, los argumentos presentados ante el tribunal y las declaraciones actuales, da la impresión de que alguien pretende que se monte jaleo con la expulsión. Hace algunos meses, desde su escombrera digital, rumorearon que la oficialidad pretendía expulsarle, el tiempo demostró la falsedad. Y sin querer entrar en más comentarios, solo una pregunta que dejamos al aire.
Se confunde falta de democracia, con falta de compromiso y de respeto a los lugares de decisión. Ya podríamos tener algunos esos lugares para proponer y trasmitir las opiniones de una manera un poquito más leal.