26 abril 2008

Como somos los vascos para davichu



Apreciado davichu, en otro post, usted tuvo la osadía de decirme que no conozco la política vasca, no es menester relatarle datos de mi militancia, bueno solo uno, en el año 1988 participe en las listas para mi ayuntamiento, desconozco si sabe mi edad, búsquela y reste, este seria un mero dato de los años de militancia, los cargos ocupados son antes y ahora pero no se los relatare puede parecer vanidoso.


Le contare de donde viene mi conciencia de lo que soy, pero querido amigo, sigo sin conocer de donde es usted, cosa que nunca dice.

En lo de la conciencia, vengo de la herencia de mis mayores, con una mezcla de procedencias políticas diversas y de las que me siento orgullosos por lo que me han aportado y siempre en el lado de los derechos legítimos. Si debo decir que de casta le viene al galgo.


Mire, por parte de ama, mi aitite vasco procedente de Sopuerta que no sus padres, que fueron parte de la inmigración procedente de Palencia. Nació en Sopuerta y desde joven se sintió vasco, me lo decía él, desde joven milito en la base del movimiento sindical de la UGT y teniendo mucha relación del que fuera secretario general de la UGT Nicolás Redondo, por los azares de la vida vivió en Barakaldo cerca de la calle donde nació Nicolás padre, por lo tanto militante de UGT y después del PSE. En épocas de Guerra fue oficial de uno de los batallones de la UGT participando en la detención de los militares italianos del hotel Maria cristina en Donosti, después de la perdida guerra paso años en Santoña compartiendo calabozo con destacados lideres de EAJ-PNV, CNT,ANV y otros, entre ellos y de los que con mayor recuerdo contaba, Juan de Ajuriagerra con el cual acordaban sus temas en la cárcel, condenado con seis penas de muerte y de lo cual se reía fue uno de los pocos que se escapo del penal Santanderino pasando a la clandestinidad y detenido después. Como usted se puede imaginar el drama no termino , mi querido aitite, cuando se acercaba el 1 de Mayo era detenido y por costumbre apaleado, lo cual le dejo secuelas que adelantaron su muerte aunque era de piedra como se suele decir de los caldereros trazadores de los astilleros. Este hombre, fue herido en las batallas de Peña Lemona bajo las ordenes de su lehendakari, Jose Antonio Agirre al cual conoció en diferentes ocasiones en la visitas al frente, precisamente, ayer se cumplen 71 años del bombardeo que el vivió al ser herido en la peña por la carga de la artillería anterior al bombardeo, viendo arder Gernika lo cual le dejaría marcado de por vida.


Pero continuo, mi amama, natural de Barakaldo, de la calle Arana, fue enfermera de Guerra y marcho acompañado a los niños en el ultimo viaje del Habana, con escala en Inglaterra, Bélgica y Rusia, sufrió las condenas de su marido y las vejaciones en sus visitas tras las detenciones anuales.


Por parte de aita, mi amama, fue militante en preguerra de EAB y como hija de hostelero y de la calle conocida como General Egia, se les requisaron los restaurantes que tenían en Bilbao, el de Garellano donde comían los militares del cuartel en época republicana y otro en la calle Conde Mirasol cuando la Zona de San Francisco era el centro hostelero de Bilbao.


El otro aitite procedente del caserío en Fruniz vivía en Barakaldo trabajando en AHV y pasando la guerra en el frente en el ejercito regular y posteriormente su condena en batallón de trabajadores por diferentes lugares de su España. Por desgracia murió demasiado joven como para conocer de el su historia. Puede imaginarse que como en todas las familias, del sufrimiento no se quería hablar y teníamos que preguntar y escuchar.
Esto para indicarle de donde viene mi militancia orgullosa de los que soy, durante el franquismo, mis aitas participaron en la fundación de mi ikastola en Barakaldo siendo militantes los dos de EAJ-PNV, de lo que me sigo sintiendo orgullosos, y como le digo al comienzo, yo militante por libre decisión desde joven. Sé que para usted no conozco ni la política ni la historia de Euzkadi, pero honestamente, le puedo decir que alguna noción tengo.


Si le puedo decir que mis mayores viviendo en Barakaldo perdieron su lengua por estar prohibido su uso, como también llevar bolsillos en las camisas o llevar la falda un tanto corta por encima de los tobillos o ser multado por no cantar el himno de su aguilitxo y no pararse ante la rojigualda con el grajo.


Querido davichu, el pudor me impide contar lo que otros después de esto y en aparente democracia han tratado de hacer en mi persona, podía relatarlo, pero no es lugar ni merito, eso es lo que ellos querían algo que yo no puedo impedir pero si intentar evitar, eso si podría tirarme al victimario pero en este país hay muchas victimas de muchas cosas, que hemos vivido el miedo y que hace años muchos nos dimos cuenta que eran tan malos los unos como los otros y de esto, algunos podemos decir que el miedo y la prudencia deben estar presentes, pero el pellejo se endurece y debo dar ejemplo ante los que me siguen para que sepan por lo que lucharon sus mayores que sigue siendo por lo que yo lucho y espero ellos lo hagan, curtiéndoles la piel y la conciencia como las manos de ese calderero al que quise y recuerdo tanto ahora, hombre que no me transmitió el abertzalismo, pero del cual aprendí el respeto a los demás, lo importante de la justicia para tener legitimidad, eso que te hace tener la cabeza alta y estar con el que sufre.
Como vera mi Rh es una mezcla de procedencias y le aseguro que sirve para las transfusiones.

Si le puedo decir que la otra parte de mi pareja, en su familia vivió algo parecido, es mas uno de sus aitites compartió cárcel con identidades políticas diferentes.

Con esto, le agradecería no me repitiese “que desconozco mi Nación”. Ni yo, ni mis mayores jamás hemos utilizado medios ilegítimos en política para que se reconozca nuestra Nación en iguadad del resto de las Naciones del Mundo y de frustación nada de nada.

25 abril 2008

Las justificaciones

La teatralización y su postura



la justificación de su jefa



jou,jou,jou, ahora me digo partiendo de la risa

Superar el bloqueo sin que la resaca se lleve a nadie

Discurso Iñigo Urkullu
24/04/2008
Madrid

La ocasión anterior en que comparecí ante un foro de estas características, aquí en Madrid, aún no había comenzado la campaña electoral para las elecciones del 9 de marzo. Había interés y morbo por conocer cuál era la posición del PNV en aquel “duelo a dos” que se planteaba entre Rz. Zapatero y Rajoy y por saber cómo veía el nuevo presidente del EBB del PNV la situación política vasca y española. La resumí en una necesidad y en un propósito: Superar el Bloqueo.

Pues bien, las elecciones pasaron, cada Partido obtuvo los resultados que conocemos, cada uno habremos extraído nuestras conclusiones. Pero, en lo sustancial, casi podría repetirles a ustedes el contenido de aquella intervención palabra por palabra pues sigue vigente y vale hoy como valía entonces. Por respeto a ustedes no lo voy a hacer, merecen, por el tiempo reservado y la delicadeza de acercarse a oírme, al menos, un ejercicio de profundización en aquellas ideas expuestas hace poco más de dos meses.

Creo que la política española y la vasca también -en eso no somos singulares- parece la novela de Lampedusa: “El Gatopardo”, en la que “todo se cambiaba para que nada cambiase”. Y es verdad.

Para España, los problemas preelectorales siguen ahí: indefinición de modelo de Estado, recesión económica en ciernes, insuficientes mayorías políticas que obligan a gobernar mediante pactos o acuerdos......... Y eso por mucho que el presidente Rz. Zapatero, me resisto a creerlo pero, tal como si mago de la política pudiera asemejarse a un rey del escapismo, nos saque de su chistera gobiernos rutilantes con los que intente maquillar y escapar de una realidad que, tozuda, sigue ahí.

Y es verdad también para Euskadi. También en mi País –y hago autocrítica en la cuota de responsabilidad que me corresponde- seguimos más o menos donde estábamos. Sigue la ciega, inmoral y estúpida violencia de ETA; las fuerzas democráticas seguimos cayendo en su “trampa” y no somos capaces de sacar la lucha terrorista del tráfico electoral y partidista; sigue el bloqueo político, la falta de diálogo que nos impide encauzar, encaminar a nuestro País por la senda de la normalización en la convivencia política.

No he venido a dar ni lecciones ni a decir a los demás lo que tienen que hacer. Creo que eso es también demasiado frecuente en la política de nuestro entorno decirle al otro lo que tiene que hacer y esperar a que nos hagan caso mientras nosotros permanecemos inmóviles y esa práctica no es sana, no es buena para la salud de una democracia. He venido a compartir con ustedes una certeza, una incógnita y un deseo.

1. Comencemos por la certeza.
Es una certeza negativa y, aunque sabida, no debemos rutinizarla, no debemos asumirla como inevitable, como un castigo divino. ETA sigue ahí, sigue matando, hostigando a las formaciones democráticas y chantajeando a nuestros empresarios. Ya el asesinato de Isaías Carrasco en la víspera de las elecciones evidenció la inexorable decisión de ETA de seguir atentando. Y creando víctimas con impacto político, como si esto obedeciese a una categoría disociable de lo éticamente fundamental.

ETA tiene superado el último fracaso de negociación con el gobierno español y ha asumido, usando su indigesta verborrea llena de eufemismos, “la prolongación del conflicto”. Todos los análisis llevados a cabo hasta entonces que dieron lugar a la última tregua/proceso, los tiene descontados. Son nuevos tiempos en los que no hay lugar para la analítica política sino para la reacción. Para la violencia. Y en un primer escenario de su victimario está el Partido Socialista. Hoy les han elegido a ellos, ayer eran otros, mañana vendrán a por otros. Por eso, haciendo caso a las recomendaciones del poema de Martin Niemöller –hoy han ido a por tu adversario, mañana irán a por ti-, nos hemos tomado los atentados y ataques contra los socialistas como desde el principio los tomó el PNV en todos los casos anteriores sin ninguna duda desde 1978, como si fueran contra nosotros, contra nuestro cuerpo social, como si atentaran contra nuestros militantes o volaran nuestros batzokis. Cualquier día –ojalá me equivoque y no se produzca, ni contra nosotros ni contra nadie ya más- esta metáfora puede pasar a ser un cruda realidad.

Es una nueva huida hacia adelante, o un tiempo más en su uno de los dos principales objetivos desde hace décadas que no es otro que el de su pervivencia. La teoría de los círculos concéntricos: menor base social, menor base militante, menor capacidad de análisis de la realidad versus mayor impacto de sus acciones porque poco les importa su repercusión social. El otro objetivo es el PNV.

-EL PNV en esa dinámica:

Siempre ha existido o se ha construído interesadamente, en relación al PNV, la sospecha o cuando menos la desconfianza –sobre todo aquí en Madrid- de que veíamos a ETA, o a la izquierda radical que la arropa, como un “hermano mayor” desairado o desafecto ve a su “familia díscola”, al “hermano o hijo descarriado”. Otros fueron más lejos hace tiempo ya y desarrollaron la tesis de que unos “agitaban el árbol” y otros “recogíamos las nueces”. En la búsqueda de la tierra prometida, la imagen de la oveja descarriada a la que hay que buscar el camino para volver al redil. Quizá hayamos –desde luego nunca de manera querida- podido dar esa sensación provocada por la complejidad del territorio pequeño en el que los lazos familiares son muy cruzados y con personas, en generaciones anteriores, con componente también nacionalista. Sin embargo, nadie en el PNV duda en que ETA es un mal en sí mismo para el Pueblo Vasco y que nadie - a la vista de las experiencias fallidas y de los desengaños en ellas generados- buscará ni tenderá, con riesgo propio en contra además, pistas de aterrizaje para una estrategia (la violencia y el terrorismo) que desnaturaliza cualquier pretensión política.

El PNV ha aprendido de los últimos intentos por desarmar a ETA. Ha aprendido de Lizarra en 1998-1999, y también del último proceso liderado por Rz. Zapatero en 2006 y 2007. Ha aprendido de un corpus social cuyo comportamiento es asimilable al de una secta en la que ni los derechos humanos, ni el mas mínimo atisbo de humanidad y moral, ni el compromiso democrático forman parte consustancial a su doctrina.

El PNV asume y manifiesta que la desaparición del terrorismo pasa en primer lugar por el rechazo firme del terrorismo y de la violencia; por la deslegitimación social mediante políticas educativas, culturales y de comunicación; por la acción policial; por la aplicación del Estado de Derecho -eso sí en toda su extensión-; y por vaciar de contenido cualesquiera aporte social que alimente la violencia en la práctica política. Éticamente el PNV va a estar siempre enfrente de ETA y, políticamente, aunque rechazamos otorgarle el status natural en tal sentido, no compartimos ni fines, ni medios con ellos.

Se preguntarán ustedes ¿y cuál es el compromiso del PNV en esa lucha?, ¿cómo ve un nuevo pacto-acuerdo-consenso antiterrorista? Si su objetivo es acabar con el terrorismo y promover la normalización democrática, sí. Si el camino es la excepcionalidad y el recorte de libertades, no. Si lo que se pretende es su rentabilización política y, como sucede con el actual pacto, es, sobre todo, un instrumento para deslegitimar al nacionalismo vasco democrático, desde luego, no.

Respecto a la pacificación, la primera decisión está en manos de ETA. ETA tiene que demostrar con hechos que quiere realmente la paz (quiero pensar que es consciente de que su camino no tiene más final -aunque no sea más que por necesidad- de que en algún momento haya paz). Esos hechos tendrán que ser contrastados; como el IRA en su desarme.

Por ello ETA tiene que empezar por el final: anuncio de fin definitivo de todas las expresiones de violencia. El Gobierno español tendrá que empezar desde el principio: ante la decisión de ETA de que no cabe más que la paz, tendrá que ofrecer el diálogo resolutivo para el alcance de un acuerdo. Por ejemplo, se tendrá que empezar a tratar la situación de los presos e incorporar a la sociedad democrática a todos aquellos que abandonen la violencia.
Las dos partes tendrán que renunciar a muchas cosas, dejar atrás sus diferencias, con el único objetivo de consolidar el camino hacia la paz. En eso consiste un acuerdo. Para que se produzca un diálogo para la paz es necesario que ETA deje la práctica del terror.

Y todo ello con el respaldo democrático unánime de no utilizar jamás el terrorismo en beneficio propio. Ni en beneficio electoral, ni utilizando las víctimas como ariete político, ni haciendo cálculos interesados de quién gana más. Desterrar la variable de ETA de la cotización de valores en la bolsa política. Haciendo de la paz una cuestión básica de convivencia. Con control parlamentario, aquí y allí. Con vocación de problema común. En esas condiciones el PNV respaldará un acuerdo global, será un agente leal y proactivo.

Y mientras, nos toca a todos y todas seguir dando la cara en Euskadi. Sin arrugarse ante las amenazas, los comunicados, el ataque a nuestras sedes, las cartas de extorsión, o las declaraciones de sus nuevos portavoces pseudopolíticos. Con ellos, mientras la violencia perviva no queremos nada.




2. El conflicto político en Euskadi

Ya he hablado más que suficiente de ETA en el desarrollo de la certeza. Pasemos ahora a la incógnita como beneficio de la duda. Tiene que ver con Rz. Zapatero y el Partido Socialista Obrero Español. ¿Qué va a primar más en ellos, intentar solucionar, encauzar un problema de Estado como se ha considerado siempre al tema vasco o querer llegar a Ajuria-Enea por un atajo arriesgado?

Tras las últimas elecciones generales el Partido Socialista parece no haber digerido bien su triunfo electoral, el ser la fuerza más votada en la Comunidad Autónoma del País Vasco. Creo que están haciendo las “cuentas de la lechera”, extrapolando a unas hipotéticas elecciones autonómicas los resultados de las generales. Y se les han puesto ojos de avaricia. Tanto que creo que han caído en la tentación de no mover nada si es que, además, no era ya su estrategia – que creo que sí- desde el fracaso del proceso con ETA y Batasuna -para ver si el PNV “se cuece en su propia salsa”. No es muy normal en política dar consejos al adversario, y, como he señalado antes, evito decir a nadie qué es lo que tiene que hacer pero –por si les sirve- nosotros ya vivimos esa situación en el 2001 y cometimos el error de pensar que aquellos seiscientos y pico mil votos eran abertzales convencidos, cuando muchos de ellos vinieron a refugiarse en nuestras siglas por el miedo que les causaba el tándem Mayor Oreja-Nicolás Redondo.

Las últimas elecciones generales en Euskadi las ganó más el “miedo” a la derecha española ya conocida en Aznar – Mayor Oreja y rediviva en Rajoy – San Gil que Rz. Zapatero o, por su puesto, Patxi López. No oculto que, además de las motivaciones propiciadas por nosotros, las pasadas han sido consideradas como elecciones a Presidente español y Rz. Zapatero ha gozado del crédito del talante, sobre todo en Catalunya y en Euskadi, curiosamente.

Si hoy se preguntara a la ciudadanía vasca – la misma que respaldó a Rz. Zapatero hace poco más de un mes- si en Euskadi existe un problema político irresuelto nos volvería a decir que sí, que hay un problema de convivencia, de identidad, de sentimiento colectivo y personal no solucionado. Y que la ciudadanía urge para que las formaciones políticas lleguemos a un acuerdo básico para que todos, o la mayor parte posible de los vascos, cerremos esa página de la historia.

¿Significa ello que estemos planteando actualmente, como de manera caricaturesca se ha manipulado, un proceso de independencia sí o no? Evidentemente, no. Lo que está en juego planteado desde el PNV es la necesidad de revalidar un acuerdo interno entre vascos y de estos con el Estado que nos permita convivir (sin imposiciones de unos hacia otros) entre quienes nos sentimos diferentes. Desarrollo normalizado del Autogobierno Vasco en mayúsculas.


A lo que ello nos trae es a:

A. Reconocer que entre nosotros existe un conflicto de reconocimiento de identidades nacionales distintas. Que hay un contencioso, un problema, un conflicto… como queramos denominarlo, de naturaleza política que es preciso resolver ya. Un conflicto que como las dos caras de Jano tiene dos manifestaciones: un conflicto entre vascos y también un contencioso Euskadi-Estado. Y que se substancia en que en Euskadi vivimos personas que sólo nos consideramos vascos, junto con personas que sólo se consideran españolas y que existen, además, otros vascos y vascas que ven compatibles ambas identidades.

B. Que una vez reconocido que tenemos un problema, debiéramos ser los propios vascos los que llegáramos a un diagnóstico común y a unas reglas generales de convivencia que nos permitan avanzar como sociedad en el futuro -pero reconózcase que ello es poco menos que imposible con partidos sucursalistas de obediencia debida a los proyectos, directrices y estrategias que se marcan desde Madrid-. Un acuerdo y unas reglas singulares que debieran regir, además de la convivencia entre vascos, también nuestras relaciones con el Estado español.

C. Que dichas reglas o acuerdo de convivencia deberán tener su amparo legal, su respeto, su sistema de garantías de cumplimiento desde la bilateralidad, para que nadie dude de su efectividad ni pueda impedir su desarrollo como nos ha sucedido y sufrimos con el actual Estatuto de Autonomía de Gernika refrendado, desde su concepto de pacto, en 1.979.

y

D. Que ese acuerdo de acomodo legal sea ratificado y validado, uno a uno por quienes viven, trabajan y quieren edificar un futuro para ellos y sus hijos e hijas en esa Nación llamada Euskadi.

¿Es esto separatismo? NO.

Esta es, en esencia, la actual propuesta del nacionalismo vasco representado por el PNV. Es la propuesta permanente del PNV. El Pacto, la convivencia. Eso intentamos en la Disposición Adicional de la Constitución que, aunque no nos satisfizo del todo, tiene unas enormes potencialidades de desarrollo. Eso fue el Estatuto de Autonomía en el 79, hoy desgraciadamente mutilado y desgastado como pacto político. Eso es el actual Concierto Económico, cuya aplicación debemos blindar. Eso es el Nuevo Estatuto Político. Esa es la mano tendida que ofrece el PNV y la propuesta del Lehendakari llevada a su plasmación literal.

Y ¿qué camino queda?

Tenemos a Rodríguez Zapatero recién investido.

Todavía está en el tiempo de “disfrutar su victoria”. Y duda de si compartir con quién y en qué momento los réditos de esos frutos electorales:

- si renunciar coyunturalmente a compartir nada con nadie. Liberándose de las hipotecas que marcaron el comienzo de la legislatura anterior, liberándose de las últimas señas de identidad del PSOE anterior a él.
-si ante los riesgos existentes y el agotamiento próximo de la aceptación de su talante, compartir mediante el “abrazo del oso”,con un PP en catarsis, el nuevo PP de Rajoy obligado a la mesura a centrar su mensaje.
- o buscar alianzas seguras y duraderas con los nacionalistas que supuestamente tantos quebraderos de cabeza le han reportado en la opinión publicada española pero que, en el pasado han sido, hemos sido, leales en las cuestiones básicas de su mandato.

Puede optar, en la actual disyuntiva, por apoyarse en el PP. (Las cuestiones de Estado pueden hacer bascular su planteamiento hacia ellos, pero siempre tendrá la duda de cuánto tiempo durará el consenso).

Puede, de igual manera, pretender consensos amplios entre lo que entienden en Madrid como centro y periferia. Si hace un planteamiento serio, sincero, verdadero, nos tendrá a su lado.

O puede, en una borrachera victoriosa, dejarse llevar por quienes le aconsejen “aprovechar la marea”. De no ceder ni un milímetro. De buscar el enquistamiento del “caso vasco” para que Patxi López pueda ganar en las elecciones autonómicas. Puede estar tentado de no dar ni agua, ni tregua, ni compromiso ni ejercicio de colaboración con el nacionalismo vasco. Y ahí se encontrará frente a frente con nosotros – con más fuerza de la que él cree y con capacidad suficiente para romper su espejo mágico-. Se equivoca si cree que es para salvar nuestros “muebles electorales” por lo que apelamos al diálogo. Por suerte o por desgracia, en Euskadi las posiciones de firmeza en determinadas circunstancias también han dado réditos electorales y políticos. No tememos por tanto a medirnos de tú a tú, de intransigente presidente español a monolítico nacionalismo vasco democrático de compromiso institucional.

La pregunta es ¿es eso lo que nos pide la ciudadanía o nos pide diálogo y, si puede ser, acuerdo?. Es esto segundo lo que hoy nos demandan los vascos y vascas y me atrevería a decir que también los españoles. Rz. Zapatero se equivocaría de plano si rechaza nuestra mano tendida y opta por la confrontación. La marea tiene resaca.

3. Por consiguiente, finalizo con un deseo:

que seamos capaces de sentarnos, mejor hoy que mañana, a hablar. Las posiciones, a priori, están lejanas -aún cuando los postulados y planteamientos de EAJ-PNV son conocidos-. Necesitamos tiempo -tampoco en exceso- pero o/y por ello, urge empezar a hablar ya. Nuestras agendas están a disposición, nuestros oídos prestos a escuchar y nuestra mente abierta al acuerdo. Por nosotros no va a ser que ese acuerdo no se consiga, y superemos el bloqueo sin que la resaca se lleve a nadie.

24 abril 2008

Ni claudicantes ni autonomistas, con leer vale

Ayer Jose Luis Bilbao en el ciclo de conferencias de la Fundación Sabino Arana, entro al núcleo del asunto, desgrano la situación actual y con la claridad que acostumbra, con un estilo similar al que utilizo en el asunto del Athetic. Dejo meridianamente claro su punto de vista, el suyo como decía el, "Mi visión, como cualquier otra, es parcial pero creo que tiene la virtud de estar expresada tras una vinculación política y práctica en el gobierno territorial ciertamente dilatada".


Hoy estamos de tomate mediático, un tomate amontonado por todos aquellos que ni le escucharon ni se han preocupado de leer los doce folios de su intervención.

Como seria interesante leer para poder sacar las espadas y pinchar, seria bueno comenzar pinchando en el link. Jose Luis Bilbao Discurso integro

Pero este es el parrafo con el que se desforman los argumento para hacer titulares

"Con este panorama, estoy profundamente convencido de que el futuro de este País pasa por articular un gran entendimiento que dé cauce de expresión política e institucional a la gran corriente mayoritaria de centro izquierda que representa la centralidad en términos sociales. Este gran acuerdo no puede ser articulado más que por el mundo socialistay el mundo nacionalista democrático. No estoy hablando de hacer una coalición en tal o cual sitio. No se si será posible a corto plazo por las estrategias y necesidades electorales particulares e inmediatas".


Pero la desgracia es que antes de acusar, insultar y desbarrar, no nos informamos, hablamos haciendo análisis sobre lo que publican los medios, los cercanos y los lejanos, nos conformamos con el titular para cabrearnos y dudar de los nuestros, sacamos la testosterona geneda por el complejo que otros nos cargan. Dejamos el olvidado el "Alderdikidea naiz eta harro nago"
Pero como seguramente alguno no tendrá el Acrobat, publico la parte polémica con la que algunos acusan al Diputado general, me permito el lujo de marcar en negrita las partes con enjundia para demostrar que ni pierde le norte, ni dice nada diferente de lo que la mayoría pensamos, expresamos y reconocemos en los análisis que hacemos en nuestras organizaciones. Pero claro, siempre tendremos quienes hagan referencia al tripartito, su vida, milagros, sin contar con los sapos que nos tragamos en ayuntamiento y diputaciones.

Pero tenemos un País enfermo.
Un País enfermo y en estado grave porque la violencia de ETA y de sus entornos es una realidad que envilece la vida cotidiana y las relaciones sociales.

Los principios éticos y los Derechos Humanos son prepolíticos. Hablar sobre el derecho a la vida no es hablar o discutir de política.

Mientras haya gente dispuesta a justificar, apoyar o mirar hacia otro lado cuando se asesina a una persona porque piensa de una determinada manera o porque es policía, empresario, juez, periodista o tasquero.
Mientras haya personas a quienes se les chantajea, bajo amenaza hacia ellas o a sus entornos, para que aporten dinero para mantener las estrategias terroristas.

Mientras sigan llegando cartas en las que se conmina a ponerse en contacto con los círculos habituales de la izquierda abertzale para materializar el pago mafioso. Por cierto, ¿qué círculos son esos? ¿A quién tienen que dirigirse? Mientras haya gente capaz de quemar el coche de otro, hacer pintadas amenazantes, atacar sedes de partidos políticos, quemar cajeros o mobiliario urbano, destruir bienes públicos.

Mientras haya quienes pretenden una construcción nacional destruyendo lanación que dicen defender. Mientras cada acción de ETA siga provocando auténticos terremotos entre las formaciones políticas democráticas en un espectáculo con el que se frotan las manos los terroristas y quienes les jalean y apoyan. Mientras exista miedo en muchos momentos a levantar la voz y a significarse. Mientras que un minuto de silencio en San Mamés por un asesinato sea motivo de agrias discusiones. Mientras estas situaciones se sigan dando, este País seguirá estando enfermo.

Y digo más, mientras haya gente que crea que son abertzales y que sería bueno que todos los abertzales fuéramos de la mano en pos de la liberacióny construcción nacional porque podemos compartir algunos fines, este Paísseguirá estando enfermo.

Yo no comparto con ellos ni los medios ni los fines. Mi Euskadi no es la suya porque no existe idea, patria, religión o lo que sea por lo que merezca la pena matar.

Una última reflexión sobre la gobernabilidad.

La ciudadanía si algo reclama a los responsables políticos e institucionales es que resolvamos problemas y que no los creemos. Nos pide acuerdos y no conflictos. Nos pide educación y no insultos. Nos pide diálogo y no broncas malsonantes y disparatadas.

He oído decir en más de una ocasión que insistir hoy en la POLÍTICA DE LAS COSAS es algo baladí porque cualquiera sabe hacer aceras. Oigo decir en más de una ocasión que gobernar no es gestionar y esto es algo en lo que estoy en absoluto desacuerdo.

La POLÍTICA, con mayúsculas, son los grandes debates y este País sigue teniendo pendientes unos cuantos.

Pero también es POLÍTICA con mayúsculas la resolución de los problemas cotidianos de la ciudadanía. La educación, la sanidad, el transporte público, las infraestructuras, el medio ambiente, los servicios sociales, las políticas de empleo, la cultura, el euskera, la ordenación del territorio, el agua, las playas, los parques naturales, el sector forestal, la ganadería, la tecnología,
la industria, el deporte, la igualdad de género, la cooperación al desarrollo, la vivienda, la discapacidad, el envejecimiento poblacional, la inmigración, las políticas fiscales y tantas otras cosas, son POLÍTICA con mayúsculas. La ciudadanía cuando se expresa en unas elecciones lo hace cada vez más teniendo en cuenta qué y como se hacen las cosas, cómo se cumplen los compromisos y cuál es la actitud y el comportamiento de aquellos a los nos han dado la confianza para gobernar, dirigir y gestionar la cosa pública.

Gobernar es hacer propuestas a la sociedad, responder a las demandas sociales, establecer prioridades, diseñar planes, asignar recursos y gestionarlo adecuadamente y con eficacia para corresponder a la confianza que la ciudadanía nos da con su voto.
En estos 25 años la sociedad vasca ha cambiado una enormidad. Ha madurado, se ha modernizado y se comporta en claves de normalidad democrática salvo en lo que se refiere a la existencia atroz del terrorismo y sus secuelas que ya he comentado.

El comportamiento electoral de las personas con menos de 40 años tiene muy poco que ver con los bloques altamente ideologizados que se expresaban tras la transición.

La opción de voto varía en función de lo que está en juego en cada momento, de lo que se oferta, de la credibilidad de cada uno y de lo hecho hasta ahora. Lo bien hecho se premia y lo mal hecho se castiga, sea quien sea el responsable. El voto ideológico tiene cada vez menos peso relativo en el resultado final y esto es algo que tenemos que tener muy en cuenta quienes tenemos responsabilidades políticas o institucionales.

Y en una sociedad como la nuestra que es como es y no como a cada uno nos gustaría que fuera, es necesario articular acuerdos con un amplio respaldo social, político y electoral de forma que sea posible gobernar y hacer POLÍTICA con mayúsculas para dar respuesta a lo que la sociedad nos reclama.

Gobernar y hacer POLÍTICA con mayúsculas es intentar dar coherencia en todos los ámbitos institucionales para que la acción de gobierno en todos los niveles sea posible.

Aunque sea una obviedad, lo tengo que recordar : este País no es monolítico. Convivimos en él diferentes sentidos de pertenencia identitaria, diferentes sensibilidades sociales y diferentes formas de entender la organización social y diferentes opiniones sobre cuál debe ser nuestro marco jurídico-político.

En mi opinión, estas diferencias se pueden resumir en la existencia de cuatro corrientes de fondo que expresan con claridad la realidad , riqueza y a la vez el drama de la sociedad vasca.

Una derechona españolista, retrógrada, carca, monárquica, caciquil y clerical que en los últimos tiempos se viste de un ropaje liberal e individualista y que políticamente está representada por el Partido Popular.
Por muy modernos que parezcan son la España negra de siempre. Un socialismo que ha olvidado su tradición obrerista, que se ha adaptado a los nuevos tiempos, se ha modernizado y sigue teniendo un peso específico en realidad social vasca.

Un socialismo que en este País no se ha sacudido de encima el estigma jacobino y que bajo el argumento de que todos los españoles son iguales no asume la realidad de un hecho diferencial vasco.

Un socialismo que ha tenido y sigue teniendo ramalazos de lerruxismo intentando enfrentar dos comunidades con discursos de maletas y ciudadanos de primera y segunda. Un socialismo sucursalista sin voz propia diferente a la del amo de Madrid y cuya expresión política es el Partido
Socialista de Euskadi.

Un nacionalismo vasco profundamente democrático con una clara apuesta por la transformación social y la construcción nacional desde los ámbitos institucionales y que es quien ha levantado este País desde sus escombros de finales de los años setenta.

Un nacionalismo vasco representado por EAJ-PNV que ha sido y creo que seguirá siendo la centralidad política y social de este País. Un nacionalismo de construcción nacional día a día. Un nacionalismo que trabaja para ser cada día menos dependientes y cada día un poco más independientes.
Un nacionalismo que también tiene en su seno la permanente tentación de la radicalidad y una preocupante tendencia cainita interna que sólo con responsabilidad y visión de futuro puede seguir siendo el cauce central de la sociedad vasca. Aberri y Comunión. Corazón y cabeza. Sentimiento e inteligencia.


Una izquierda que se autodefine como abertzale pero que es fundamentalmente un movimiento antisistema, controlada ideológicamente por los últimos reductos que quedan en el planeta del marxismo leninismo más rancio, en el que la lucha armada es un medio más para que triunfe la
revolución, que desprecia los derechos humanos de los demás y que tras más de 30 años del fin de la dictadura es capaz de enganchar todavía a nuevos alevines utilizando el odio y el victimismo como elementos de aglutinar fuerzas en su interior.

Un mundo cerrado al exterior y que vive y se retroalimenta al margen de la evolución social. Una izquierda revolucionaria y a la vez cobarde por su incapacidad demostrada para alzar la voz contra las vulneraciones de derechos humanos. Una izquierda autoritaria y fascistoide que expresa la sintomatología de la enfermedad que sufre este País.

En términos intelectualmente amplios, el resto de expresiones políticas organizadas son derivados más o menos efímeros de estas cuatro corriente de fondo.
Siendo esto así, ninguna de las cuatro corrientes por sí sola tiene capacidad para liderar en solitario el presente y el futuro de Euskadi.
Todo el mundo habla de la necesidad de establecer amplios acuerdos y amplios consensos para organizar, liderar, gobernar y resolver las asignaturas que todavía tenemos pendientes. Pero no prosperan. Intentos ha habido varios y con resultados decepcionantes caso todos ellos. Lizarra fracasó. La unidad y la acumulación de fuerzas nacionalistas fue un estrepitoso fracaso porque se cometió el error de no contar con la enfermedad grave que sigue padeciendo la sociedad vasca. La verdad es que nos engañaron y que ni compartíamos entonces ni compartimos ahora con ellos ni medios ni fines.
Hay quienes están tentados de poner en marcha una Lizarra bis bajo las siglas de Euskal Herria BAI para apelar a la sociedad vasca a la defensa grandilocuente de la Patria sin pararse a pensar en cómo es hoy la sociedad, con ingredientes monzonianos preocupantes y reviviendo el viejo y trasnochado espíritu eladio de los vascos químicamente puros.
El gran problema de esta ensoñación es que después de gritar ¡ Gora Euskadi ! y responder todos ¡ Gora! , ¿ qué hacemos al día siguiente ?.
¿Cuáles son las propuestas concretas para dar solución a las demandas reales y diarias de la ciudadanía ? Aquí es donde no hay respuesta. El gran frente del NO que también intentaron el Partido Socialista y el Popular fracasó con estrépito y parece difícil su resurrección aunque si dieran los números la tentación estará viva.

Con este panorama, estoy profundamente convencido de que el futuro de este País pasa por articular un gran entendimiento que dé cauce de expresión política e institucional a la gran corriente mayoritaria de centro izquierda que representa la centralidad en términos sociales.
Este gran acuerdo no puede ser articulado más que por el mundo socialistay el mundo nacionalista democrático. No estoy hablando de hacer una coalición en tal o cual sitio. No se si será posible a corto plazo por las estrategias y necesidades electorales particulares e inmediatas.


Este País necesita y nos exige un acuerdo que desbloquee los desencuentros actuales. Este País necesita y nos exige un nuevo acuerdo entre vascos que permita superar el conflicto político que sigue hoy vigente. Un acuerdo entre vascos que nos permita convivir, compartir diagnósticos, sin imposiciones por parte de nadie.

Un acuerdo que permita construir un nuevo marco jurídico – político con garantías de respeto y cumplimiento para evitar lo ocurrido en tantas ocasiones con el EAPV. Un nuevo marco que exprese y articule la capacidad de decidir nuestro futuro.

Un acuerdo válido para la siguiente generación. Un acuerdo que debe estar sustentado por el mundo nacionalista democrático y el mundo socialista.

Con generosidad, altura de miras, responsabilidad y visión de estado. Para que esto sea posible es necesario que ambas partes estén dispuestas a ello y hoy por hoy no parece que el Partido Socialista esté por la labor. Todavía hay tiempo pero cada vez menos. No se si será bien o mal acogida la propuesta. Si sé que para alguien esto es ser un vendepatrias, blando y melifluo. Soy consciente de que se lavantarán voces que hablarán de poltronas, intereses y cosas peores.

Me da igual. Cuando hablamos de sociedad, de País, de Nación, de Patria, estamos hablando en primer lugar de personas, no de conceptos etéreos. La sociedad, el País, la Nación, la Patria somos las personas que aquí vivimos y a quienes debemos ofrecer soluciones, tranquilidad, eficacia, honradez, gobernebilidad y un proyecto de futuro ilusionante y esperanzador. No podemos ofrecer más frustración, desencuentros y debates estériles. Se lo debemos.